La mejor hamburguesa de Nueva York está en un antro escondido detrás de una cortina roja en el hall de un hotel de lujo. Sí, como leéis.
El lugar más curioso en el que estado; sentí como si se tratase de una película. Entras en el hotel de cinco estrellas Le Parker Meridien y avanzas hasta un telón rojo que cae desde el techo hasta el suelo, a la izquierda. Abres la cortina y, tras ella, aparece un pequeño pasillo. Al fondo, un cartel de neones con una hamburguesa y una flecha que apunta hacia una puerta desvencijada. Al cruzarla, te topas con una sala pequeñita con paredes llenas de garabatos (incluido el mío...) y carteles de películas dispares. Y mucha, muchísima gente.
Y sí, allí comí la mejor hamburquesa que jamás haya probado.. aquí tenéis una foto de ella:
En este cartón situado sobre la barra te indican cómo la tienes que pedir: primero, si quieres una hamburguesa normal o una con queso (tanto yo como mis padres pedimos la cheeseburger); después, les dices cómo quieres la carne (poco hecha, al punto, muy hecha, etc); por último, con qué más la deseas (en la mía puse lechuga, cebolla, ketchup y mostaza).
Si vais a New York y queréis ir a probarla, apuntad esta dirección: 119 West - 56th Street. Hotel Le Parker Meriden. Detrás de la cortina roja, ya sabéis ;)
Esa misma noche también fui con mis padres en busca de la redacción de Vogue: el Condé Nast Building. Busqué la dirección de la redacción en la Vogue americana (la cual compré allí y, por cierto, no me gustó nada, al menos el número que yo tuve ocasión de adquirir... tiene muy muy pocas páginas!) y allí nos dirigimos. Está en una esquina de Times Square.
Entramos dentro y me dio tiempo a hacer de papparazzi unos segundos para poder mostraros una imagen del vestíbulo que cruza todos los días la todopoderosa Anna Wintour. Es enorme...
También quería enseñaros unas imágenes de Nueva York con niebla. Cuando nos despertamos y vimos que la niebla cubría la ciudad, a mis padres no les hizo mucha gracia.. pero a mí me encantó.
Valladolid y la niebla suelen ser ir ligadas varias veces en invierno, pero en Nueva York fue más impresionante, por supuesto. Los picos de los rascacielos se perdían entre las nubes.
Sí, quizá os resulte raro, pero me apasiona la niebla.. creo que le da a las ciudades un encanto y un misterio fascinantes. Aquí la prueba gráfica:
Y, como después de venir del viaje estoy enganchadísima a Gossip Girl y sé que muchas de vosotras lo veis (sí, yo he empezado tarde, lo sé...), me despido con unas imágenes de la estación Grand Central, esa a la que llega Serena en el primer episodio de la serie.
Un besazo!!
-RaQueL T.G.-
Fotografías personales bajo copyright (ver final del blog)
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